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Desde esta sección podrá visualizar todas las veces que desee los vídeos y colaboraciones televisivas de nuestros profesionales en distintos programas de televisión relacionados con la salud. Todo lo que necesita saber sobre las enfermedades digestivas más habituales, en formato vídeo.
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Cómo conservar los alimentos en verano
El calor y la humedad propios del verano hacen que las bacterias proliferen con facilidad y que puedan darse infecciones alimentarias. En el caso de la carne, antes de manipularla hay que lavarse las manos adecuadamente, cocinarla y mantener a una temperatura inferior a los 5º C si, por ejemplo, la vamos a llevar a la playa o piscina. Por otra parte, es mejor consumirla hecha para evitar infectarse por la bacteria E. coli. Si ésta va a ser consumida, por ejemplo con, mahonesa debe conversarse en frío porque es más fácil contraer la tan temida salmonelosis, consejo que debemos tener en cuenta en todos los alimentos elaborados con huevo. En el caso de los lácteos, la conservación enfrío también es fundamental debido a una bacteria llamada listeria, cuya infección puede provocar, entre otros síntomas, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, malestar estomacal y náuseas.

Consecuencias para la salud de los atracones de comida
Actualmente son bastante comunes los retos para comer lo máximo posible por dinero o para comer gratis. El Dr. Gonzalo Guerra, director médico de CMED, explica que estos hábitos pueden pueden provocar dolor e hinchazón abdominal al tomar una gran cantidad de comida en poco tiempo. Esto se debe a que el estómago no puede vaciar esa comida tan rápido. A su vez, las personas que hacen esos retos pueden sentir que les falta el aire debido a que estómago está lleno y dificulta la respiración. Por último, hay que tener en cuenta que el páncreas se sobreestimula para intentar procesar lo más rápido posible la comida ingerida, que normalmente es muy rica en grasas.

Alimentos para hidratarse en verano
Sandía, melón, frutos con hueso (ciruelas, melocotones, albaricoques), pepino y tomate son algunos de los alimentos con mayor cantidad de agua en su composición. Tienen también gran cantidad de electrolitos, que perdemos durante la sudoración. En verano es fundamentar estar hidratado y con estos alimentos se puede estar además de con la bebida. De todas ellas, la mejor es el agua mientras que los refrescos carbonatados son el peor aliado de la hidratación.

Alimentos ricos en agua
En verano y en épocas de mucho calor, es fundamental hidratarse porque se pierde mucho calor mediante el sudor intentando mantener la temperatura corporal. Hay que tener especial atención con niños pequeños y personas mayores (estos últimos no sienten que su cuerpo necesita agua, es decir, no tienen sed). El agua es la mejor fuente de hidratación, por encima de los refrescos (que contienen mucho azúcar), té o café y, por supuesto, del alcohol. Sin embargo, la hidratación procede de la alimentación. Sandía y melón contienen hasta un 95% de agua y las frutas de temporada también son excelentes fuentes de hidratación. También las verduras como el pepino o el tomate son ricas en agua. Las ensaladas basadas en vegetales son ideales para hidratarse a la vez que contienen antioxidantes, minerales y vitaminas esenciales para mantener el cuerpo hidratado y en óptimas condiciones.

Alimentos para cuidar tu microbiota
Cuidar la salud digestiva pasa por cuidar la microbiota. Es mejor optar por pescados que por carnes, que tienen más grasa saturada que es más difícil de digerir. Los pescados azules son ricos en Omega 3 y los frutos secos, también muy beneficiosos, en Omega 6. Los pescados pueden ir acompañados arroz, que si se deja enfriar o congelar, pasa a tener almidón resistente que antiinflamatorio y no provoca picos de insulina. Por otra parte, ambos alimentos alimentan nuestra microbiota. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el almidón fermenta y genera gases, pero es un indicativo de que ésta está sana. Otra cosa es que se generen demasiados gases, que tengamos hinchazón abdominal y haya disconfort abdominal, que puede ser síntoma de un desequilibrio en nuestra microbiota. Reducir el consumo de productos ultraprocesados también es un aliado de "nuestro segundo".

¿Qué alimentos evitar para dormir bien?
Hay una relación de alimentos que es importante evitar para conciliar el sueño y que sea reparador. Entre ellos están las carnes grasas y los fiambres, ya que producen digestiones lentas y pesadas. Además, también hay que huir de los alimentos con exceso de vinagre o ácidos, como son los encurtidos o frutos cítricos. El Dr. Eugenio Freire, cirujano digestivo de CMED, explica que también hay que reducir la ingesta de verduras y frutas con un alto porcentaje de agua, como el pepino, la sandía o el melón, al igual que de los espárragos, que hacen que los riñones trabajen más y produzcan mayor cantidad de orina. Por otro lado, es recomendable optar por purés o verduras cocinadas que facilitan la digestión, así como tomar un vaso de leche caliente antes de ir a dormir ya que induce el sueño. No hay que olvidar que la cena debe hacerse dos horas antes de ir a la cama para que el proceso digestivo sea más sencillo y no dificulte el descanso.

Alimentos para mantener una piel sana
Los alimentos no pueden proporcionar las vitaminas y minerales para que la piel se mantenga sana. Para que haya una estimulación del colágeno y la elastina son necesarios minerales como el zinc, el cobre y el silicio. El Dr. Gonzalo Guerra, director médico de CMED, explica que los dos primeros se encuentran en los cereales integrales, mariscos y pescados. El silicio por su parte está presente en las hortalizas las verduras y lo absorbemos en el intestino delgado. Por su parte, el potasio, magnesio, selenio y el calcio están presentes también en cereales integrales, pescados, además de en las legumbres, en la fruta y verdura y también en los lácteos.

Alimentos ricos en grasas buenas, calcio y vitaminas
Los alimentos tienen propiedades que permiten que la piel, los huesos, los músculos, el sistema nervioso y el inmune estén más sanos y funcionen correctamente. El Dr. Eugenio Freire, cirujano digestivo de CMED, explica que el salmón y el aguacate son ricos en omega 3, los huevos en colina, las fresas en hierro, el pimiento en vitamina C y los quesos en calcio.

Cómo tener una micriobiota sana
Una microbiota con desequilibrios puede provocar gases, malas digestiones, desequilibrio en el ritmo intestinal, estreñimiento e, incluso, diarrea. Además, explica el Dr. Gonzalo Guerra, fundador de CMED y de la Clínica Neogenia, tener una microbiota de mala calidad puede provocar aumentos de peso. Los probióticos van a ayudar a tener una microbiota más equilibrada y sana. Se encuentran en los lácteos fermentados (como el yogur o el kéfir), en las verduras fermentadas (col, lombarda, zanahoria, remolacha, coliflor, brócoli, pepinos, judías verdes, etc.). Es fundamental también aportar prebióticos a nuestro organismo, que podemos incorporarlos a nuestra dieta al tomar fibra insoluble (presente en las legumbres y las hortalizas).

Beneficios del aceite de oliva para la salud digestiva
El aceite de oliva es beneficioso para la salud digestiva, lo que incluye la microbiota, consiguiendo que esta sea de mejor calidad. Además, si el aceite de oliva es virgen extra, los beneficios son mayores. El Dr. Gonzalo Guerra, director médico de CMED, explica que su consumo también aporta beneficios al estómago, disminuyendo el riesgo de gastritis; al páncreas, ayudándole a reducir la resistencia a la insulina; también hidrata la mucosa intestinal y favorecer el tránsito; al hígado, favoreciendo el flujo de bilis, disminuyendo los problemas de hígado y de vesícula. Sin embargo, hay que tener cuidado con utilizar aceites refinados y de peor calidad, especialmente si se reutilizan porque quedan partículas de los alimentos fritos que contienen acrilamida, una sustancia que ya se sabe que tienen propiedades cancerígenas.