Las hormonas son en buena parte responsables del peso. Mientras que la grelina, explica el Dr. Gonzalo Guerra, director de CMED, indica al cerebro que se necesita comer, la leptina manda la señal de que estamos saciados. Por otra parte, el cortisol, la llamada hormonal del estrés, hace que se tienda a comer dulces e hidratos de carbono, sin embargo no es que el cuerpo necesite alimentarse, es la denominada hambre emocional. Además, la hormona tiroidea también hace que se aumente o se pierda peso. Cuando un déficit (hipotiroidismo), el metabolismo funciona más lento y se quema menos grasa, mientras que cuando hay un exceso (hipertioridismo) se quema más grasa. Las hormonas femeninas y masculinas también están detrás de la pérdida o ganancia de peso. De esta forma, con la llegada de la menopausia las mujeres tienden a engordar y almacenar grasa en piernas y caderas, mientras que los hombres con la edad, la disminución de la testosterona provoca que se acumule grasa en la zona abdominal.