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Relación entre la alimentación y el aumento de la predisposición de desarrollar un cáncer

Relación entre la alimentación y el aumento de la predisposición de desarrollar un cáncer

Madrid 10/01/2019

 

El cáncer es una enfermedad multifactorial que puede ser mortal si no se detecta y trata a tiempo. El porqué aparece determinado cáncer en determinada persona tiene que ver, en un principio, con una alteración genética.  Alguna mutación nueva o heredada de nuestra ascendencia puede hacer que un oncogén (gen responsable de la aparición de un cáncer) que todos tenemos, se active y de lugar a la aparición y desarrollo de un cáncer. En algunos casos, es necesario un elemento externo a nuestro cuerpo (ambiente) al que si una persona se expone repetidamente termine activando el oncogén y desarrollando un cáncer. 


Dentro de estos factores ambientales que son capaces de activar un oncogén hay algunos que están claramente identificados y otros de los que existen numerosas sospechas e hipótesis. Entre los factores identificados (o se tiene alta sospecha) se encuentran determinados alimentos. Sin embargo, no hay que etiquetar a ninguno en concreto como responsable de la aparición de un cáncer, sino que el aumento del riesgo de padecer un cáncer tiene que ver con el abuso o no consumo de determinados alimentos


En general el ambiente y, en particular, la alimentación poco sana y mantenida en el tiempo, unidos a una predisposición genética, pueden dar lugar a una mutación de novo y se activen determinados oncogenes dando lugar a un determinado tipo de cáncer. Esto es lo que se conoce como epigenética. 


Por tanto, hay que ser conscientes de que la incorrecta alimentación puede, por un lado, activar genes con alguna mutación heredada o de novo y, por otro lado, producir por sí misma una mutación que desemboque en la activación de un gen responsable de la aparición de un cáncer.


Prevención del cáncer mediante la alimentación


Lo principal es saber qué alimentos, consumidos en exceso, pueden ser causantes de la activación de un oncogén. Entre ellos se encuentran: 

  • Grasas saturadas de origen animal: como las carnes de cordero, vaca, ternera, cerdo y caza, además de los productos derivados de las mismas (embutidos, leche, queso, yogurt, mantequilla, nata y en general lácteos enteros). Pueden activar oncogenes que propicien la aparición de tumores digestivos (colon, esófago y estómago).  Estas grasas mantienen un pH ácido en el aparato digestivo, lo que puede favorecer el crecimiento de células tumorales. También tienen capacidad inflamatoria de las mucosas digestivas. Además, el resultado de la digestión por parte de la flora bacteriana de este tipo de grasas de origen animal sí constituye un carcinógeno. Son las llamadas nitrosaminas. De esto se deduce, que abusar de estos alimentos puede favorecer la aparición de cánceres de colon, estómago y esófago y también se sospecha de su influencia negativa en los tumores de hígado y páncreas.

  • Alimentos ahumados, carnes procesadas (embutidos), alcohol, café y productos alimenticios a partir de azúcares refinados (bollería industrial): actúan acidificando el pH interno celular, además de generar inflamación e irritación de las mucosas digestiva, lo que por sí sólo constituye un factor de activación oncogénica.


Sin embargo, hay algunos alimentos que tienen un efecto protector y su consumo disminuye el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer

  • Alimentos ricos en fibra: frutas y verduras frescas, cereales naturales y semillas. La fibra vegetal presente en ellos actúa, precisamente, protegiendo la mucosa digestiva de las sustancias carcinógenas que, por ejemplo, aparecen por un consumo excesivo de los alimentos arriba descritos. En la alimentación no deben faltar verduras y frutas de diferentes colores. Por ejemplo deben abundar las verduras verdes de hoja (espinaca, acelga, lechuga, col, rúcula, canónigos, etc.), frutas frescas como los cítricos y los frutos rojos (naranja, mandarina, limón, piña, fresa, arándanos, mora, frambuesa, etc.), además de otras frutas con grandes propiedades antiinflamatorias como son el kiwi y la manzana. 

 

Dr. Domingo Carrera, médico especialista en nutrición del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas



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