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La gastroenteritis, principal riesgo de la alimentación en verano

La gastroenteritis, principal riesgo de la alimentación en verano

Madrid 25/07/2019

 

El verano, además de ser un periodo vacacional en el que es habitual volver con unos kilos de más, también es la época del año en la que se producen una gran cantidad de gastroenteritis víricas. La mayoría de ellas están producidas por virus digestivos, subtipo del coronavirus, para los el ambiente cálido y húmedo del verano es un “caldo de cultivo”. 


Otra de las gastroenteritis más comunes en veranos es la provocada por la Salmonella. Esta es una gastroenteritis de carácter más grave y que hace que el paciente tenga que ingresar, incluso, en un hospital para combatir la peligrosa deshidratación que produce a causa de los vómitos y las diarreas profusas. 


Ambos tipos de gastroenteritis tienen en común en que las contraemos a través de los alimentos. Si bien dichos virus se mantienen en un ambiente de calor, lo más habitual es que sus esporas caigan en un alimento fresco que no se ha refrigerado bien, al sacarlos de la nevera, o durante su manipulación. Por lo que al comerlo, contraemos la enfermedad.


También favorece el aumento de las gastroenteritis el hecho de que en verano se toman más alimentos frescos y crudos, lo que propicia la supervivencia del virus. Al ser cocinados se acaba con el virus en la mayoría de los casos.  Sin embargo, en los meses de calor se consumen comidas frías, como gazpacho, salmorejo, ensaladilla rusa (la mahonesa la fuente de infección), ceviches, capaccios, tartares, ensaladas y frutas, toda comida sin cocinar que favorece el contagio. 


Para evitar esta forma de contagio, se deben extremar las precauciones en la manipulación de alimentos frescos, como por ejemplo, realizar una adecuada higiene de manos antes de cocinar, usar guantes desechables para su manipulación, no romper la cadena del frío y consumirlo antes de que transcurra mucho tiempo desde que el alimento es sacado del frigorífico. 


Otro de los alimentos más consumidos en verano es el marisco, sobre todo, porque los destinos vacacionales suelen incluir playa, donde suele ser fresco y bueno. Si bien la mayoría del marisco se come cocinado, con lo que el peligro de intoxicación alimentaria se minimiza, hay algunos, como las ostras que se consumen en crudo. También hay que tener en cuenta otros factores a la hora de que el marisco esté en condiciones óptimas para el consumo, como son las aguas donde han sido capturados, que pueden estar contaminadas, y la conservación de los mismos. 


El hielo que se utiliza para refrescar las bebidas es también un frecuente foco de infección por gastroenteritis. El motivo es que el agua con el que están hechos los hielos es de dudosa procedencia, como puede ser el agua del grifo, hielo, por tanto, que no ha pasado ningún tipo de control sanitario. 


Si pese a las precauciones tomadas se contrae una gastroenteritis, el paciente debe hacer reposo digestivo, que consiste en tomar alimentos sólidos, para que el estómago no tenga que trabajar mucho para hacer la digestión, e hidratarse adecuadamente. Esto supone tomar más agua de lo habitual, para reponer la perdida en vómitos y diarreas,  y reponer sales minerales, lo que se puede realizar tomando suero oral de farmacia o bien tomando bebidas rehidratantes como Gatorade o Aquaruis en su versión sin azúcar. 


Lo más aconsejable es que los dos primeros días desde que se contrae la gastroenteritis es mantener una dieta a base de líquidos. Una vez se hayan terminados los vómitos, se debe volver a la dieta sólida pero blanda (de fácil digestión) y astringente (que evite vómitos y diarrea). Entro los alimentos más adecuados están el arroz blanco cocido, pescado blanco hervido, pollo cocido sin piel, caldos de pollo o pescados desgrasados, manzana cocida y membrillo, yogurt natural sin azúcar, queso tipo de Burgos en su versión sin grasa, entre otros. 


Mientras que persiste la diarrea hay que prescindir de alimentos con mucha fibra, como son verduras, frutas, cereales y legumbres. Totalmente contraindicados están los frutos secos, grasas, carnes rojas, pasa, dulces, embutidos y huevos (salvo cocidos)


En principio, no se debe recurrir a medicamentos para cortar la diarrea, ya que es la forma que utiliza el aparato digestivo para eliminar el virus causante de la gastroenteritis. Sin embargo, si después de 3 días, la diarrea no cede o se incrementa y está acompañada de fiebre y escalofríos, se debe acudir a urgencias de un hospital. 


Una vez que el cuadro de diarreas y vómitos ha remitido, se debe mantener una dieta baja en grasas y azúcares, ya que el aparato digestivo permanecerá más sensible durante unos días. Además, la toma de probióticos ayudará a reponer la flora bacteriana perdida durante la enfermedad y a recuperar más rápidamente la actividad normal de todo el aparato digestivo. 


Dr. Domingo Carrera Morán, médico especialista en nutrición del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas



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